Hace unos años pase por una temporada de sentirme muy confundida ante la presión personal de tener que decidir por un camino diferente—hacer algo diferente. Durante este tiempo un verso seguía apareciéndome una y otra vez, salmo 46:10: “Estad quietos y conoced que yo soy Dios;”. Un verso con un mandato muy claro. Justo lo que una persona en mi situación interpretaría como un mensaje claro de qué hacer—estad quieta y meditar en su palabra y él—a  saber, Dios—me revelaría la respuesta.  Pero, por alguna razón estaba luchando mucho con entender el mensaje de ese verso. Al principio pensé, “oh Dios, definitivamente me estás hablando”, pero luego fue más como “realmente no entiendo lo que estás tratando de revelarme”. La gran pregunta, ¿A qué revelación necesitaba ser expuesta para esta temporada de mi vida? Creía con todo mi corazón que Dios quería revelarme algo a través de este versículo; sin embargo, no lo estaba entendiendo—pero queria y necesitaba hacerlo.

Fui movida a buscar la definición bíblica de las palabras utilizadas en este verso, según el texto original, para tener una comprensión más precisa del verso. Definiciones según el diccionario bíblico en Logos.

  • Estad quieto: relájate, deja ir, desiste,

Sentido: parar, poner fin a un estado o una actividad.

  • Conoced: conocer, notar, escuchar, aprender; darse cuenta.

Sentido: saber, (cognitivo), conocer o conocer un hecho o una información específica; Poseer conocimiento sobre.

  • Dios: elohim= “poderoso”, “poder”, “fuerza”.

Al ver el significado de estas palabras, la interpretación de este verso tomó un significado completamente diferente. Fue refrescante en cierto sentido. Mi alma comenzó a experimentar la paz de Dios con lo que estaba entendiendo—pero mi búsqueda no se detuvo ahí. Dios me estaba haciendo desear más.

Encontré el libro: Manual sobre el libro de los Salmos, que me proporcionó la perspectiva y el significado correcto de este versículo. Mi necesidad y Su revelación se encontraron. Mi espíritu dio testimonio de que eso era lo que Dios quería revelarme; y más allá, que obedeciera.

Según este libro, “estad quieto” es tradicionalmente interpretado como un mandato para ser reverentes y meditar en las bendiciones de Dios; y aunque es una buena práctica cristiana el meditar en la bondad de Dios, “estad quieto” en este verso fue en realidad un mandato a “Dejar de luchar“. El verbo hebreo significa cesar, estar inactivo. “Rendición”; “Detener”; “Desistir”; “Soltar tus armas”; “Hacer las paces”.

Lo que Dios quería que entendiera era que necesitaba dejar de luchar con las circunstancias. Que necesitaba rendirme a su voluntad. Necesitaba soltar las armas de mi propia comprensión la cual constantemente y erróneamente en mi arrogancia piensa que, de alguna manera, puedo producir mejor resultado que Dios. Que mi manera de resolver las cosas es mejor que la de él. Y que mi idea de cómo el futuro y las circunstancias deben ser son mejores que las de él. Necesitaba hacer las paces con su soberanía. Necesitaba dejar ir mi necesidad continua de “controlar” (la ilusión de) las cosas. Y necesitaba descansar en Su perfecto amor por mí. Él nunca me ha fallado. Incluso en medio de la confusión, el dolor, la decepción y la inseguridad. Cuando las cosas parecen no tener sentido según el razonamiento humano. En medio de todo necesito—necesitamos – confiar en Su promesa de que toda obra a bien para los que le aman (Romanos 8:28). Aún más allá, él tiene completo y absoluto control de los planes que tiene acerca de mí—de nosotros—los cuales cargan la promesa de mi futuro y mi paz (Jeremías 29:11). Necesitamos soltar las armas de nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5), refugiarnos en su palabra y dejar que Dios se manifieste majestuosamente como solo él sabe hacerlo en nuestras vidas—y así conoced que él es Dios.

~Brendalis Águila