pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (2Corintios 12:9)
Sin duda alguna en nuestra vida enfrentamos momentos difíciles que nos llevan experimentar gran preocupación, ansiedad y temor. Estas situaciones nos pueden sobrecoger y hacernos sentir incapaces e inadecuados para enfrentarlas—y en realidad lo somos. Si tratamos de enfrentar estas situaciones en nuestras propias fuerzas será inevitable el no sentirnos incapaces y frustrados. Sabes, puedes venir con cualquier carga, problema o situación ante Dios (Mateo 11:28). Puedes venir a él sin pretensión en cómo te sientes—en total confianza y trasparencia —nuestra humanidad no lo toma por sorpresa. En realidad sentirnos inadecuados nos posiciona en el sitio perfecto para caminar en Su gracia. Es en medio de estas ansiedades y temores que estamos llamados a confiar en Su palabra. La Biblia nos dice en 2 Corintios 12:9 que Su gracia es lo único que necesitamos ya que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad. Miremos nuestra debilidad y nuestras fallas como una oportunidad de experimentar Su poder trabajando en y a través de nosotros. Siéntete seguro en Su amor—recuerda Su amor no es prohibido y nos abraza en todo tiempo.
No fuimos creados para vivir (enfrentar) esta vida solos, si no en Dios y con Dios. Veamos nuestras incapacidades y debilidades como preciosas oportunidades para experimentar como el poder de Dios es manifestado a través de ellas.


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